lunes, 7 de octubre de 2013

Periodo barroco (historia)



Periodo Barroco
(Historia)



El Barroco fue un período cultural que se desarrolló a comienzos del siglo XVII en Roma, Italia. Generalmente, se le sitúa entre el Renacimiento y el Neoclásico. Ha sido considerado por muchos autores como el arte de la contrarreforma o del absolutismo europeo, pero también se afirma que es un conjunto de tendencias desarrolladas en la época, sin estar necesariamente vinculadas a ningún gobierno o religión. A pesar de haber sido, en algún momento, un término peyorativo, el estilo Barroco hoy se admira por haber producido grandes obras en pintura, escultura, arquitectura, música y literatura.

El término Barroco fue creado por críticos posteriores a la época. Proviene del portugués barroco, que significa “perla de forma irregular” o “joya falsa”. Por mucho tiempo, el término se usó de manera negativa, para criticar el arte de la época como sobrecargado, irracional y con demasiados adornos y énfasis. En 1888, Heinrich Wölfflin usó nuevamente el término para diferenciar el Barroco del Renacimiento, como estilos opuestos. Recién en el siglo XIX, el Barroco fue revalorizado por Jacob Burckhardt, Benedetto Croce y Eugenio D’Ors.
El Barroco surgió alrededor del año 1600, como un resultado del deseo de un nuevo arte en la época. Habitualmente, se piensa que el Barroco fue una inspiración del canon promulgado en el Concilio de Trento, en el que la Iglesia Católica, se dirigió al arte figurativo, exigiendo que las pinturas y esculturas de las iglesias hablaran a los analfabetos en lugar de los instruidos, y animó a terminar con las costumbres pagas de los artistas evitando los desnudos y los escándalos que se veían tanto en la época renacentista. Sin embargo, el Barroco surgió una generación después en el siglo XVII. Esa época se caracterizó por el gran equilibrio que existía entre la ciencia y la razón, y entre la metafísica y la religión. Hubo cambios políticos y económicos, descubrimientos y expansión geográfica, todo mientras la humanidad se preocupaba por las experiencias religiosas.

El Barroco fue un cambio consiente del estilo intelectual del arte Manierista a un estilo más enfocado en los sentidos y la naturaleza, con tendencia a lo exagerado y la abundante decoración. Un destacado de la época fue Caravaggio, que pintaba la naturaleza tal como él la veía y llegó a ser el creador del naturalismo, una corriente que fue seguida por otros muchos artistas. En general, en el Barroco se trataron, principalmente, temas mitológicos, religiosos y también el retrato; todos ellos con la nueva visión naturalista en la que los artistas expresaban pasión, emoción y los sentimientos en general. Más tarde surgen otros temas importantes como el paisajismo y la pintura de género, con temas de la vida cotidiana.

Contextos históricos, sociales y culturales del Barroco









El Barroco se desarrolla en un siglo conflictivo, conmovido por profundas crisis sociales, desequilibrios económicos, circunstancias críticas y crueles enfrentamientos bélicos. La crítica situación había comenzado ya hacia 1580, pero su proceso se incrementaba a lo largo de XVII, en sus distintos niveles. En los países del Occidente europeo, la crisis social es paralela a la problemática económica; pero los dos procesos están determinados por la conflictividad bélica.
La transformación económica entra en una fase decisiva. Los gobiernos intentan estimular su dinámica. Holanda e Inglaterra invaden las grandes rutas comerciales del Atlántico y el Extremo Oriente, en disputa con españoles y portugueses. Mientras Holanda mantiene el modelo del capitalismo comercial, Inglaterra convierte el comercio en un estímulo para la producción hasta convertirlo en una fuerza del desarrollo de la economía. El desarrollo del comercio fomenta la fundación de compañías comerciales y de Bancos, protegidos por el Estado.
En cambio, la agricultura se mantiene estancada en algunos países, e incluso disminuye la producción, como decadencia de la decadencia del feudalismo, del escaso interés de los campesinos por la plusproducción, de la aplicación de procedimientos primitivos de cultivo. Los fuertes impuestos, las “cargas ocasionales” y las malas cosechas agravan la situación. Pero, sobre todo, condicionan e intensifican la problemática socioeconómica los distintos conflictos civiles: las luchas sucesorias en Francia e Inglaterra; la bipolarización catolicismo-protestantismo; el largo azote de la guerra de los Treinta Años, entre 1618 y 1684.
Conflictividad bélica
El cambio gradual de las estructuras socioeconómicas, el desarrollo comercial, la vigorización de la propiedad agraria señorial y, como contrapartida, el empobrecimiento de las masas, tienen diferente dimensión en cada impronta nacional. Son factores decisivos, la política interna y la política externa en cada nación. Cada país del Occidente europeo protagoniza acontecimientos muy distintos. El comienzo de la transformación literaria en Francia coincide con el reinado de Enrique IV y el comienzo del de Luis XII. La restauración monárquica y católica favorece la reconstrucción del sistema político, la revitalización social y la moderada controversia religiosa. El secentismo italiano se desarrolló, dentro de la fragmentación territorial, bajo el dominio español y la mentalidad de la Contrarreforma.
El poder absoluto instaurado en Europa genera una serie de conflictos internos. Pero la literatura barroca se desarrolla, en buena parte, dentro del clímax de Europa empeñada en la guerra de los Treinta Años, entre los años 1618 y 1648. Surge esta conflagración de los viejos conflictos religiosos entre católicos y calvinistas alemanes, entre la Liga Católica y la Unión Evangélica. Pero pronto se convierte en lucha internacional, con la intervención de España, los Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Francia. Las dos ramas de los Habsburgos, establecidas en Madrid y en Viena, combaten por mantener el orden tradicional, fijado por la Contrarreforma, frente a la mentalidad racionalista.nacionalista, al orden moderno defendido por Francia y los países protestantes.
La guerra de los Treinta Años cambiará los puntos de hegemonía en Europa. La Francia del cardenal Richelieu se impone en la última década de la guerra; las victorias de Rocroi y Lends obligan a los Habsburgos austriacos a firmar la paz de Westfalia (1648). España tiene que reconocer la independencia de Holanda, pero continúa la guerra con Francia, hasta la derrota definitiva de las Dunas, que provocará la desventajosa paz de los Pirineos (1659).
                                El proceso de la decadencia en España
Al iniciarse el siglo XVII, España sigue a la cabeza de las potencias europeas, pero tiene que enfrentarse con asfixiantes dificultades hacendísticas y con interminables guerras desgastadoras. La crisis económica se extiende a amplias zonas. Se registran estados de malestar y disconformidad. Se incrementan los desajustes sociales que generan situaciones de tensión. Se alteran los valores y formas de comportamiento.
La monarquía absoluta, clave de la bóveda del sistema social y los intereses señoriales restaurados, apoyados en el predominio de la propiedad de la tierra, son la base potencial de la sociedad barroca en España. Pero el gobierno interior está marcado por los conflictos en las dilatadas posesiones europea y ultramarinas por las sucesivas guerras.
Después de la efervescencia del reinado de Felipe II, Felipe III representa el comienzo de la “generación pacifista del barroco”. Al iniciar su reinado, en 1598, hereda un dilatado territorio. Su débil carácter le impide regirlo y deposita su confianza en el duque de Lerma. La política pacifista tiene su confirmación en las paces sucesivas con Francia e Inglaterra. Pero las Provincias Unidas de Holanda reanudan las hostilidades, hasta que, en 1609, se concierta la “tregua de nueve años”. El intercambio de conciertos matrimoniales entre las dos familias reales garantiza temporalmente las relaciones pacifistas con Francia.
La situación de España en el concierto europeo cambia desde 1621. Comienza en esta fecha el reinado de Felipe IV. Su afición a las diversiones, sus aventuras sentimentales, la dedicación a las artes, le dejan escaso tiempo para llevar directamente el gobierno del país y descarga sus funciones en el conde-duque de Olivares, hombre ambicioso, hábil conocedor de la situación española e internacional. España se complica en los graves conflictos bélicos europeos. La guerra con Holanda, reanudada en 1621, es pródiga en hechos singulares, como la rendición de Breda (1624). La relaciones con Francia cambian con la paz de Monzón. Pero se romperá pronto al firmarse el tratado de Londres, entre Inglaterra y España.
Pero la empresa más dura para España es la participación en la guerra de los Treinta Años. El ejército español, dirigido por el cardenal infante Fernando de Austria, triunfa en Nordlingen. Sin embargo, se suceden los encuentros adversos, hasta culminar con la derrota de los tercios españoles en Rocroi (1643), por el general francés príncipe de Condé. Cuatro años más tarde, las tropas españolas sufren la gran derrota de Lends. Los resultados adversos se confirma en la pérdida de territorios con la paz de Westfalia (1648).
La participación de España en la guerra de los Treinta Años y las consecuentes guerras con Francia y con los Países Bajos merman el potencial militar, desequilibran la economía y terminan con la hegemonía española en Europa.
La situación se complica con las revueltas de Nápoles y Sicilia, con los disturbios de Aragón y Andalucía, con la sublevación de Portugal, con la guerra de Cataluña. Esta última, verdadera lucha civil, iniciada por la revuelta de los segadores en Barcelona, complica la guerra con Francia, terminada con la paz de los Pirineos (1657), por la que se pierden Artois, Rosellón y la Cerdeña.
Estructuración social española
La lenta evolución de la estructura estamental de la sociedad española, a lo largo del siglo XVII, se relaciona estrechamente con la jerarquización administrativa impuesta por la oligarquía política, por el absolutismo de los Austrias. El rey es la figura máxima, de origen divino para algunos teóricos de la época. El gobierno centralista se ejerce a través de varios Consejos Supremos que ejercen su poder en distintos ámbitos. El Consejo Real de Hacienda tiene la responsabilidad de las recaudaciones e impuestos. El campo religioso estaba encomendado al Consejo de la Inquisición, que, además de preocuparse de conservar la pureza de la fe, funcionaba como un instrumento político.
La estratificación estamental de la sociedad española de pende de la herencia de la sangre y del concepto del honor. La sangre funciona como vínculo transmisor “de una pretendida superioridad de virtudes”, transfiere el honor del linaje. El honor, patrimonio de la nobleza, es un principio discriminador de los estratos sociales y un principio distribuidor del reconocimiento de privilegios.
En el vértice de la pirámide social está la nobleza, beneficiada por prerrogativas, favorecida por el poder real, por el desempeño de los más importantes cargos del Ejército y de la Administración. Los nobles importantes abandonan sus posesiones provincianas para establecerse en la Corte. En estratos inferiores están los caballeros y los hidalgos por herencia o por riqueza.
Constituye una clase especial y privilegiada el clero, que goza de consideración en la España de los Austrias, que se encarga de buena parte de la enseñanza, que apoya al Estado y desempeña cargos relevantes o acumula riquezas. La milicia forma un complejo social muy distinto: se alistan los segundones de las familias nobles, burgueses ambiciosos de aventuras y de obtener prebendas; desvalidos que buscan un sustento o un refugio contra la justicia.
La burguesía no ha alcanzado aún su desarrollo. La política del XVII corta las posibilidades de normal desenvolvimiento del capitalismo. Otro obstáculo de su evolución es el descenso de la industria y la competencia de los monopolios comerciales establecidos por los extranjeros.
Tampoco los campesinos disfrutan de una situación favorable. Las consecuencias del régimen de administración y la crisis económica son factores negativos para su desarrollo. Los nobles y el clero explotan la ganadería y cobran derechos por el paso de los rebaños por sus tierras, derecho de la Mesta o pastos. Se planteaba, además, el problema de la posesión de las tierras. Las grandes familias extendían sus posesiones hasta crear dilatados latifundios. En otro nivel, la miseria, el abandono, el abatimiento, la ruina, la existencia marginal de chozas y cabañas, están atestiguadas por los tratadistas contemporáneos.
Desde finales del siglo XVI, bastantes obras revelan una intencionada preocupación por los pobres; surgen las propuestas sobre la creación de las Casas de Misericordia, para acogerlos y darles alimento. Incluso las Cortes piden al monarca la construcción de albergues. Pero la progresiva crisis económica influye en el crecimiento del número de gentes sin trabajo. Se incrementan los grupos de población marginada, entregada al juego, a la vagancia, al bandolerismo, a la picaresca, a la trashumancia...
Las alteraciones demográficas son frecuentes en la época: están movidas por la concentración en las ciudades, por la emigración al Nuevo Mundo, por la generalización de las guerras a lo largo del Occidente europeo. Determinados movimientos migratorios influyen en el descenso de la población de la meseta y su crecimiento en zonas del litoral. El éxodo del mundo rural a las ciudades, crea problemas de vivienda, de ambientación y de convivencia. Puede servir como ejemplo de este crecimiento migratorio el crecimiento de la población de Madrid: de 65.000 habitantes en 1599, pasa a 180.000 en 1630.

La cultura barroca
 Una nueva mentalidad
En el dilatado espacio geográfico occidental, dentro de la crisis de los contextos histórico- sociales, se desarrolla la compleja cultura barroca. Las claves estéticas y la delimitación del Barroco ha suscitado numerosas controversias.
Las grandes corrientes que cruzan Europa abren nuevas posibilidades al conocimiento humano. El pensamiento, la filosofía, las especulaciones religiosas, la investigación científica contribuyen a la creación de una nueva mentalidad. En el campo del pensamiento, se desarrollan dos grandes corrientes filosóficas: el empirismo y el racionalismo.
Transformaciones de las claves estéticas
El Barroco transforma las claves estéticas de las artes y de la literatura, renueva los elementos decorativos, rompe con la rigidez de las reglas clásicas, impone formas abiertas, dinámicas, distorsionadas. El término barroco derivaría del nombre que los portugueses daban a las perlas irregulares, pérola barroca; pero los humanistas italianos señalan la rareza del silogismo escolástico denominado “baroco”. El concepto de barroco, con el significado de movimiento estético, no se aclimata hasta el siglo XVIII; pero como adjetivo es empleado ya por eruditos del XVII, para designar cierto tipo de exageración literaria, o manifestaciones que suponen la distorsión de las formas clásicas.
El manierismo frío, complicado e intelectualista, cede paso a un estilo sensual, lleno de desbordada vitalidad. El Barroco representa una dirección abierta más libre, rica y fastuosa. Sus representantes enfocan el cosmos bajo una perspectiva enriquecida, intensificada, por la función gozadora de los sentidos. Funden distintos procedimientos, plásticos y literarios; fusionan lo visible y lo oculto, en ininterrumpido juego; intentan conseguir un “orden desordenado”, la “relativa y confusa claridad”.
En el campo del arte, el Barroco rompe con la estabilidad del equilibrio y la simetría, con las líneas horizontales y verticales; sustituye lo fijado, lo delimitado, por la forma libre, por la profundidad espacial; crea un ritmo cinético, representado por las violentas superposiciones. Frente al arte clásico, representa un “impulso hacia lo suelto, lo ilimitado, lo caprichoso”.
Roma se convierte en uno de los centros del arte barroco.
Los dos grandes núcleos del arte barroco se localizan en los Países Bajos y en España. La pintura flamenca llega a su manifestación culminante con Pedro Pablo Rubens. Al mismo tiempo, se desarrolla la pintura holandesa, condicionada por el pensamiento protestante.
El barroco en España
El Barroco alcanza su máxima floración en España en las artes y en las letras. La Contrarreforma, el Estado absolutista, la prepotencia de la nobleza, el oro que viene de América, impulsan el desarrollo de sus distintas manifestaciones. El catolicismo postridentino, la suntuosidad del culto, las solemnes procesiones de Semana Santa, favorecen la pervivencia de la brillante escuela de imagineros, fomentan la renovación de la inspiración artística. La esplendorosa iconografía en madera policromada alcanza su mayor esplendor en la escuela andaluza.
Pero la culminación de la plástica está representada por la pintura. Por un lado, el tenebrismo de la escuela valenciana. Por otro, el proceso evolutivo de Diego Velázquez, desde el tenebrismo juvenil a la transformación del espacio pictórico, con las sensaciones de lejanía, como en la Rendición de Breda, los famosos retratos cortesanos y el juego de perspectiva y profundidad de Las Meninas y Las hilanderas.
Como contrapunto, se desborda la compleja creación literaria del barroco español. Se impone un nuevo concepto de literatura; se renuevan los distintos planos de los géneros; se cambian las estructuras, se intensifica la semiotización de la lengua, se imponen nuevos puntos de vista narrativa; la agudeza satírica.
Rasgos del Barroco literario español
Los representantes del Barroco viven la problemática de su tiempo, bajo las normas del poder absolutista establecido, y el autoritarismo del sistema social; practican el ejercicio de la libertad, para no verse sometidos al cultivo de una literatura comprometida con las reglas preestablecidas. Pero frente a la “cultura dirigida”, se impone la “cultura masiva” movida por el crecimiento demográfico de las ciudades.
Las situaciones de crisis, los fracasos bélicos, el hambre, la sangría de la emigración, generan un clímax de escepticismo. Un pesimismo constante va apoderándose de los españoles.
El tópico de “la locura del mundo” es un testimonio del teatro español. Se impone la concepción del “mundo al revés”. Por otra parte, la conflictiva situación contemporánea incrementa el carácter agresivo; la acechanza del hombre contra el hombre.
                                         Culteranismo y conceptismo
En España, la delimitación estética del Barroco es más compleja, porque tenemos que distinguir y fijar los campos estilísticos del culteranismo y del conceptismo.
El culteranismo y el conceptismo son dos corrientes estéticas que se complementan.
El culteranismo es un proceso de acumulación e intensificación de varios tipos de rasgos estilísticos. Se rompen los esquemas lingüísticos, se seleccionan cultismos léxicos y sintácticos, con muchos hiperbatones, preocupación por las connotaciones, alusiones mitológicas y metáforas.
El conceptismo se apoya en el ingenio y la agudeza. Sus cultivadores se sirven de la comparación, la alegoría, la antítesis, el contraste, los equívocos, los retruécanos, los juegos de palabras, la disemia, la paronomasia, las paradojas, el calambur, la disociación, el zeugma, la hipérbole; crean la típica dificultad conceptual por la rápida acumulación de metáforas.

domingo, 6 de octubre de 2013

Bibliografia
















Opinión personal,sensaciones auditivas





La epoca barroca en lo personal me parece muy interesante puesto que de ahi parten los generos mas importantes, esto calro del siglo XVIII y principalmente en Europa tales  como la opera la música clásica ademas de tener suus propias ideas en cuanto el contexto cultural, el contexto de las artes en todos los aspectos como la literatura, la escultura,opera,danza, teatro.

Aun que muchas personas que an estudiado esta etapa barroca opinan que fue conciderado como una etapa visualisada como caprichosa, muy recargada, engañosa por que hasta en la forma de vestir se denotava una exageración, ademas que surgio como tema de gran discucion muchos cuestionamientos hacerca del vaticano, temas de máxima 
importancia social que marcaron parte de esa época.

Esta etapa marco evoluciones las cuales fueron clasificadas como: primitivo,maduro y tardío, al igual que marco muchas etapas en el arte en todos los aspectos como la musica,escultura,danza,pintura poniendole calsificaciones a cada etapa de sus avances o clasificaciones.

Fue conciderada como una epoca de contrastes del surgimiento de grandes filososfos y musicos y temas  por mostrar tambien denominada como el siglo de oro por el surgimiento de varios exponentes importantes del arte en general.

Sin duda alguna esta etapa a marcado una vision del las artes ademas de los cambios en el contexto histórico,cultural,religiso.


Sensaciones auditivas:

En este video muestro a varios exponentes de la musica barroca los mas destacados , cada uno interpretando diferentes melodias y sin duda alguna la musica de esta epoca muestra una senscion refinada efectivamente se asocia con la historia de la epoca barroca, donde mostraban un estilo elegante en todos los aspectos.

La musica suena de la misma manera musica muy fina con mucha clase ademas de que trsamite mucha tranquilidad como si todo estuviera en orden pero mostrando algo de frialdad en algunos temas. 

características de la música y compositores





Origen del término
El término barroco se tomó de la arquitectura (donde designaba algo «retorcido», una construcción «pesada, elaborada, envuelta», siendo el significado original del término un lusismo que describía una perla deformada o joya falsa). En el siglo XVIII se lo usó en sentido peyorativo para describir las características del género musical del siglo anterior, que se consideraba «tosco, extraño, áspero y anticuado».



Características
El género hoy llamado "barroco" se caracteriza estéticamente por la preeminencia de lo emocional sobre lo racional, por el género vocal recitativo, en el cual el ritmo de la palabra determina el discurso melódico -donde "la música ha de ser sirviente de la poesía"- y por un auge de la música instrumental pura, es decir, sin relación con consideraciones ideológicas que se deriven de un texto, o funcionales como en el caso de la música de danza.
En esta época se desarrollan la sonata, el concerto grosso y el ballet francés.
A diferencia de épocas anteriores, la música sacra  y la música profana conviven armoniosamente, formando parte de la profesión musical. La mayor permisividad estética lleva a que la interpretación musical tienda a enriquecer las partes mediante una profusión de ornamentos y recursos expresivos. Una característica importante fue que los detalles del arte en el Barroco no se aplicaron a la música. Se buscó en un principio desechar las complicadas líneas melódicas de la polifonía renacentista para dar lugar a la homofonía (más tarde la polifonía recuperará con Bach todo el esplendor que la había caracterizado), dando de esta manera más fortaleza y protagonismo al texto, pues la música giraba en torno a una sola melodía bien formada y acompañada por acordes, para que fuera "entendible" el texto. Esto fue debido en gran parte a la corriente humanista.
Tienen gran importancia la teoría de los afectos, que considera a la música como creadora de emociones, y la retorica, que transfiere conceptos de la oratoria tradicional a la composición del discurso musical del Barroco.


El Barroco temprano (1600-1650)
Este período es conocido como el seicento: alrededor del año 1600 se destaca en la historia de la música un compositor de inusual talento, Claudio Monteverdi Fue un maestro de los dos géneros entonces preponderantes: la prima practica o el polifónico género madrigal o recitativo de la música vocal solista. Compuso una de sus obras de Calahorra más famosas, el "Lamento d'Arianna", tanto en versión polifónica como en versión para solista y bajo continuo. Monteverdi y Antonio Vivaldi fueron los dos compositores estudiados más asiduamente por Johann Sebastian Bach.
La seconda prattica, un subgénero de monodia acompañada, esto es, una o varias voces solistas y bajo continuo, caracteriza la música de este período.

El Barroco medio (1650-1700)
El Barroco medio es el lapso comprendido entre 1650 y 1700; en él sobresalían el compositor inglés Henry Purcell (1659 - 1695) y su contemporáneo alemán Johann Pachelbel (1653 - 1706).

El Barroco tardío (1700-1750)
El Barroco tardío va entre 1700 y 1750 (aproximadamente) y sus compositores característicos son: en España Domenico Scarlatti, en Italia Antonio Vivaldi, en Inglaterra Georg Friedrich Händel, en Alemania Johann Sebastian Bach y en Francia Jean Philippe Rameau.

La transición al Clasicismo (1740-1770)
A finales del Barroco hay varias tendencias estéticas: el galante francés desde 1730, el desarrollo en Italia de la ópera buffa, la sonata y la sinfonía y el Rococó; ello conforman una suerte de preclasicismo.
Carl Philipp Emanuel Bach (1714-88), uno de los hijos de Johann Sebastian, es considerado el padre de la sonata clásica.

El auge de la música instrumental
La música instrumental, que en la época anterior dio el primer asomo en la música académica, tiene un auge sin precedentes en los siglos XVII-XVIII; por primera vez en la historia, la música vocal e instrumental están en plena igualdad. La música instrumental alcanzó su primera madurez, hay un gran florecimiento en géneros, técnicas, intérpretes y compositores que se acercaban a un profundo conocimiento de los instrumentos.
El cultivo de la música puramente instrumental llevó a un importante desarrollo de la técnica, al servicio de una fuerte expresión emocional. Se destacó el caso del violinista Arcangelo Corelli quien, según el testimonio de François Raguenet, cuando tocaba en público "perdía el dominio de sí mismo", tenía los ojos enrojecidos y, pese a todo esto, lograba expresarse a la perfección.

Sonata, Cantata, toccata
La sonata barroca —que no debe ser confundida con la sonata clásica de forma sonata— denota una composición para uno o dos instrumentos de cuerda o viento y bajo continuo, dividida en tres o cuatro movimientos de carácter contrastante, habitualmente allegro-adagio-allegro (sonata da camera) o adagio-allegro-adagio-allegro (sonata da chiesa). La alternativa contrastante de movimientos sucesivos es herencia de la suite o serie de movimientos de danza, que habitualmente alternaban una danza baja o de paso, más lenta —como la pavana— con otra alta o de salto, más rápida —como la gallarda.
De un modo equivalente a la sonata, la cantata es una composición para canto solista y bajo continuo, cuya estructura habitual es recitativo-aria da capo. El equivalente en la música para instrumentos de teclado es la toccata.
El Barroco fue una época de esplendor para muchos instrumentos, como por ejemplo el violín, el clavecín y el órgano, se cultivó intensamente la música de cámara para grupos instrumentales con acompañamiento de bajo continuo.
También aparecen intérpretes virtuosos que por su gran destreza técnica explotan al máximo el instrumento, como Johann Sebastian Bach y Dietrich Buxtehude en el caso del órgano; Domenico Scarlatti, Jean Philipe Rameau y François Couperin al clavecín; Gottfried Reiche (1660-1734) a la trompeta; y Antonio Vivaldi, Arcangelo Corelli y Giuseppe Torelli en el violín.

La Triosonata o sonata en trío
La heredera del género polifónico renacentista y la principal forma de cámara del Barroco es una sonata para dos instrumentos agudos (frecuentemente violines), uno bajo, y el continuo, (el clavecín en la sonata da camera y el órgano en la sonata da chiesa) que era el encargado de completar las armonías, de modo que la triosonata requiere cuatro ejecutantes, pues la línea del bajo era interpretada por la viola de gamba, el bajón o un instrumento similar y el continuo doblaba esta línea y realizaba el "relleno armónico". Se destacan las obras de Corelli, Pergolesi, Sammartini, Händel, Buxtehude y Bach.

El concerto grosso
A mediados del seicento, se convierte en el género instrumental más típico de la época. A diferencia de la música de cámara, cada parte es ejecutada por más de un instrumento, como ocurre típicamente en la orquesta. La ejecución a tutti alterna con pasajes a soli a la manera de la triosonata.
Importantes centros del género instrumental concertante son Módena, Bolonia y Venecia.
La época dorada del clavecín, la viola da gamba y el órgano
En esta época, el clavecín, el órgano, la viola da gamba y el laúd vivieron su gran época dorada a nivel técnico, interpretativo y compositivo. La etapa final del Barroco (1700-1750) será el cenit y el ocaso del clavecín y la viola da gamba que en la segunda mitad del siglo XVIII caerán en el olvido y quedarán totalmente relegados, ya en la época clásica, por sus descendientes, el violín, el violonchelo y el forte-piano.
El laúd, el instrumento renacentista por excelencia, cayó en el olvido ya por 1690-1700, desplazado por la guitarra y el clavecín. El órgano subsistirá pero ya no con el auge anterior.

El órgano
El órgano tuvo ilustres exponentes en toda Europa en el principio del período, donde su música empieza a conocer su edad dorada por su destacable calidad.
En la primera mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son:
•    Jan Pieterszoon Sweelinck en Holanda
•    Girolamo Frescobaldi en Italia
•    Samuel Schein H. Schiedermann en Alemania
•    Correa de Arauxo en España y
•    Jean Titelouze (1563-1633) en Francia.
Hacia 1650, el órgano entra en decadencia en Italia y en los Países Bajos, donde el instrumento no conocerá más compositores de talla internacional.
En la segunda mitad del siglo XVII, los compositores más destacados son: Dietrich Buxtehude (1632-1707), que es el más notable en esta generación, Johann Pachelbel (1653-1705) Georg Böhm (1661-1733) Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y J. A. Reincken (1623-1722) en Alemania François Couperin (1668-1733) en Francia Henry Purcell (1659-95) en Inglaterra, y Juan Cabanilles (1640-1712) en España.
A partir de 1710-20, el órgano también entra en decadencia en Francia, por lo que en la última etapa del Barroco no habrá en ese país ningún compositor notable.
En la primera mitad del siglo XVIII, la última etapa del Barroco, el órgano vivirá su máximo esplendor en Alemania para después iniciar su decadencia a partir de 1750 a nivel general. En Alemania J. S. Bach (1685-1750) representa el máximo apogeo del órgano barroco, donde la Toccata y fuga en re menor BWV 565 (1708) es la más famosa y conocida obra para este instrumento.
Son notables Antonio Soler (1728-83) en España y en Inglaterra, desde 1712 G.F. Händel (1685-1759), William Boyce y Cristan Arne, los tres por el concierto para órgano solista y cuerda.

El clavecín

Jean Philippe Rameau, François Couperin, Johann Sebastian Bach, Georg Friedrich Händel y Domenico Scarlatti son los más destacables en el ámbito del clavecín de la primera mitad del siglo XVIII, donde representan el máximo apogeo de la música clavecinística barroca.
Rameau y Couperin son los más altos exponentes de la escuela francesa. Cabe mencionar los 4 libros de órdenes (1713, 1717, 1722 y 1730) de Couperin y los libros de suites (1706, 1724 y 1728) de Rameau, que es la cumbre de la música barroca francesa para teclado.
Domenico Scarlatti es el más destacado representante de la música italo-española para teclado, en especial por sus 555 sonatas, compuestas en la Península Ibérica, que exprimen las posibilidades del instrumento creando una obra variada, rica y compleja que destaca por el alcance de la modulación y un cromatismo que se percibe en las tonalidades y ritmos, influidos por la música popular española.
El alemán Händel es el máximo exponente del Barroco inglés para teclado. Destacan entre su obra las 8 grandes Suites (1720), una de las cumbres de la suite para teclado.
J. S. Bach es quizá el compositor más destacable de todo el período, donde sus obras El clave bien temperado (BWV 846-893), las Variaciones Goldberg BWV 988 y El arte de la fuga son un antes y un después de la música de teclado en general y la cima de la literatura clavecinística barroca. Bach, aunque en su época no fue muy reconocido, dejó tras de sí un gran repertorio de preludios con fugas de suma importancia.

Los compositores

Italia
Giovanni Gabrieli (1555-1612) es el principal exponente del Barroco temprano. Su música contiene ya los elementos estilísticos esenciales de la nueva época estética.
Claudio Monteverdi (1567-1641) es el primer gran compositor del Barroco que inauguró este nuevo género en Italia y Europa. Girolamo Frescobaldi (1578-1643) tuvo gran importancia en el desarrollo de la música para teclado, en particular por sus Toccatas para clavecín. A mediados de siglo, sobresale Giovanni Legrenzi(1626-1690).
Arcangelo Corelli (1658-1711), Giuseppe Torelli y Alessandro Scarlatti (1660-1725) son los que dominan la escena nacional de la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del siglo XVIII.
Ya en la primera mitad del siglo XVIII, Antonio Vivaldi (1675-1741), Domenico Scarlatti (1685-1757) y Giuseppe Tartini (1692-1770) son los que más sobresalen, representando la cumbre y ocaso barroca de su país.

Alemania

La obra de Bach está considerada la cumbre de la música barroca, cuyas "Pasión según San Mateo" y el "Clave bien temperado" son cimas de la música occidental.
El Barroco alemán empezó con la figura de Heinrich Schütz (1585-1672), llamado el padre de la música alemana, el más notable en la primera mitad del siglo XVII alemán. Johann Hermann Schein (1586-1630), Samuel Scheidt (1587-1654) y Michael Praetorius (1571-1621), contemporáneos de Heinrich Schütz, también son bastante notables en esta época.
En la segunda mitad del siglo XVII, Dietrich Buxtehude (1637-1707) es el más sobresaliente, siendo en 1705 visitado por un joven Bach. Johann Pachelbel (1653-1706), Johann Jakob Froberger (1616-67) y Georg Muffat (1653-1704) destacan asimismo.
Al cabo entre los siglos XVII y XVIII, Johann Kuhnau (1660-1722), Johann Joseph Fux (1660-1741), Johann Caspar Ferdinand Fischer (c. 1665-1746) y Georg Böhm (1661-1733) son los más prominentes.
El Barroco alemán, y en general, culminó y dio su máxima madurez, esplendor y cenit en la primera mitad del siglo XVIII con uno de los compositores más importantes de la música universal, Johann Sebastian Bach (1685-1750), que agotó todas las posibilidades de la música barroca. Su obra es la cumbre y ocaso de la música barroca, y marca el fin del periodo en Alemania y en Europa.
Reinhard Keiser (1674-1739), Johann Mattheson (1681-1764), Johann Adolph Hasse (1699-1783) y Carl Heinrich Graun (1703-59) junto con un joven Händel (1685-1759) -hasta que en 1712 se fue a Inglaterra- son los más destacables junto con Bach.
Georg Philipp Telemann (1681-1767), junto con Bach, es el músico más importante del Barroco tardío alemán, y marca igualmente el inicio de la transición de la música barroca hacia la música clásica de la segunda mitad del siglo XVIII en su país.

Inglaterra
En Inglaterra el Barroco tarda en desarrollarse hasta la restauración de 1660, siendo John Blow (1649-1708) y su alumno Henry Purcell (1659-95) los más destacados e influyentes en la segunda mitad del siglo XVII.
En la primera mitad del siglo XVIII, Georg Friedrich Händel (1685-1759), desde su llegada en 1712 al país, es el más importante, destacable e influyente, siendo la cumbre del Barroco inglés y, junto con Bach, el más importante del Barroco tardío.
Después de Händel, y ya siendo el ocaso nacional, a mediados del siglo XVIII destacan Thomas Augustine Arne (1710-78) y William Boyce (1711-79) poniendo el punto final al Barroco inglés.

Francia
El género se consolida con Jean-Baptiste Lully (1632-87), un italiano de nacimiento, que introduce la ópera en Francia, siendo el más importante compositor nacional del siglo XVII en ese país. También sobresale en el mismo siglo Marc Antoine Charpentier (1640-1703), siendo el máximo rival de Lully.
Al cabo de los siglos XVII y XVIII, François Couperin (1668-1733) es el más importante, siendo una de las cumbres del Barroco francés. Louis Marchand (1669-1732) también destaca, teniendo en 1717 un duelo musical con Bach.
Jean-Philippe Rameau (1683-1764) es, junto con Couperin, la cumbre barroca nacional y el cenit del género francés barroco en la primera mitad del siglo XVIII, siendo en los últimos años testigo del cambio del Barroco al Clasicismo en su país.

España
Por entonces vivieron en España, donde compusieron la mayor parte de sus obras, los italianos Domenico Scarlatti y Luigi Boccherini.
En las colonias españolas en América también hubo actividad musical, con compositores -como el milanés Roque Ceruti-, cantantes, instrumentistas. Mucha de esta música aún se conserva y ejecuta.

Los géneros y las formas
En los géneros del Barroco ya se percata una clara división en géneros instrumentales y géneros vocales. En el Barroco, gracias al auge de la música instrumental, los géneros instrumentales alcanzan su madurez y se crean los primeros grandes géneros instrumentales: la sonata, el concierto y la suite.
En el ámbito de los géneros vocales, junto con los géneros antiguos del motete y la misa, se crean tres importantes géneros que darán una época dorada a los géneros vocales: La cantata, la ópera y el oratorio, siendo la ópera el género vocal nuevo más importante del Barroco y uno de los de la música académica.

Los géneros vocales

La ópera

Las corrientes humanistas buscaban una renovación del antiguo teatro griego, en particular el grupo conocido como camerata florentina, basándose al mismo tiempo en formas musicales recientes, como el drama litúrgico, el drama pastoral, las comedias madrigalescas con figuras de la commedia dell'arte y los intermezzi teatrales.
Les interesaba sobre todo la antigua monodia helénica con acompañamiento de kithara. Vincenzo Galilei, padre de Galileo el astrónomo, escribió en 1581 un tratado contra el género musical polifónico neerlandés bajo el título Dialogo della Musica Antica e della Moderna.
Los géneros musicales recitativo, espressivo y representativo llevan a nuevas libertades en los medios sonoros empleados en las composiciones - disonancias y modulaciones.
Entre las primeras óperas conservadas se cuentan Dafne de Jacopo Peri, cuyo tema fue tomado de las Metamorfosis de Ovidio, Eurídice de Giulio Caccini y Orfeo de Claudio Monteverdi.

El motete
El motete se desarrolla en Europa desde épocas medievales relacionadas a la antigua escuela francesa conocida como Ars antigua ,en donde sobresalieron compositores como Leonin y Perotin. Este primer motete aún primitivo partía de contraponer secciones con polifonía (aún en desarrollo) y secciones puramente monódicas.
Si bien el primer motete fue de carácter puramente religioso, este género tuvo un curioso devenir histórico llegando a escribirse motetes profanos durante el "ars nova" y el Renacimiento, para luego volver a su carácter eminentemente religioso en el Barroco. Como es lógico, este género se fue adaptando a las características técnico-musicales de los diversos períodos de la historia de la música, yendo así del motete medieval no funcional y puramente polifónico interválico al motete tonal desarrollado en el Barroco.

Los géneros instrumentales

La sonata

La sonata es parte de la música barroca en el período medio. En esta actúan de 6 a 8 ejecutantes que se destacan por tocar música preludiana.

Preludios, tocatas, fantasías y fugas
Artículo principal: Toccata
Artículo principal: Preludio
Artículo principal: Fantasía (música)
Artículo principal: Fuga
Por regla general, si hay preludio, detrás va una fuga. Los preludios son piezas de dos o tres páginas con una dosis de técnica. Son piezas expresivas, cargadas y con libre interpretación, ya que los trinos y los ornamentos son libres (los crea el propio ejecutante, sin que estén escritos). Las fugas suelen ser a 2, 3, 4 ó 6. Una fuga a dos voces significa que hay una voz con una célula (uno o dos compases) que crea un motivo (una melodía) y al cabo de un tiempo la otra voz lo imita. Una vez imitado, transpone (cambia de tonalidad), hace alguna variación o crea unas falsas repeticiones conocidas como puentes o colas (repetición de la célula sin hacer el motivo completo, sino que simplemente se repite la célula para cambiar, en la mayoría de los casos, de tonalidad). Si una fuga es a tres voces, pasa lo mismo, pero el motivo debe de repetirse tres veces (en voces distintas) y así sucesivamente (si es a cuatro voces, cuatro veces se verá el motivo...).

La suite
Una suite es un conjunto de movimientos o piezas agrupados.
La suite habitualmente tenía seis partes:
•    Allemande: pieza cortesana.
•    Courante: movimiento que generalmente es un poco más rápido que el anterior.
•    Zarabanda: movimiento lleno de energía pero pausado.
•    Giga: movimiento mucho más rápido y enérgico.
•    Minué: obra parecida a un vals. La suite puede contener un par de minués.
•    Rondó: pequeña obra basada en la repetición de un tema (A), con intrusiones de (B, C, D, etc.).
Dentro de la suite, la música es digna, aristocrática, vigorosamente rítmica y melódicamente rica, con esa reunión de variedad y decoro de encanto italiano y gravedad teutónica, tan característica de esta época en Alemania.

Obras destacadas del Barroco
Obras destacadas del Barroco
Año
Obra
Compositor
1607
Orfeo (ópera)
1635
Fiori musicali
16--
Daniele
1640
Selva morale e spirituale
Claudio Monteverdi
1629-44
Symphoniae Sacrae
1666
Pasión según san Mateo
Heinrich Schütz
1685
1689
1699
Hexacordum apollinis
1700
Sonatas para violín y bajo continuo op. 5
1680 c.
Johann Pachelbel
1717
1720
8 grandes suites
Georg Friedrich Händel
1722
1722-44
Johann Sebastian Bach
1724
Georg Friedrich Händel
1725
1727
Pasión según San Mateo
Johann Sebastian Bach
1706-28
3 libros de suites
1713-30
4 libros de órdenes
1733
Música para la mesa
1742
Georg Friedrich Händel
1749
Georg Friedrich Händel
1749-50
Johann Sebastian Bach
1762
Georg Philipp Telemann


Intérpretes contemporáneos de música barroca
En la actualidad la música barroca es interpretada por un gran número de conjuntos musicales en todo el mundo, incluyendo aquellas que ejecutan una amplia variedad de música clásica; existen, sin embargo, conjuntos que se han especializado en música de este periodo, entre los que destacan Ars Antiqua (Austria), Ars Rediviva (República Checa), Collegium Musicum Den Haag (Holanda), Les Cyclopes (Francia), The Dufay Collective (Inglaterra), Florilegium early music ensemble (Inglaterra), Fretwork (Inglaterra), Hannoversche Hofkapelle (Alemania), The Harp Consort (varios países), Hilliard Ensemble (Inglaterra), Il Giardino Armonico (Italia), L'Arpeggiata (Europa), Les Muffatti (Bélgica), Musica Antiqua Köln (Alemania), Oni Wytars (varios países), Phantasm (Inglaterra), Red Priest (Inglaterra), Respectable Groove (Inglaterra), Rose Consort of Viols (Inglaterra), Salomon Quartet y Sarband (Alemania), entre otros.
Una de las principales características de estos grupos es que buscan rescatar estilos de interpretación e instrumentos propios de la época barroca. Utilizan afinaciones distintas a las empleadas por las orquestas sinfónicas actuales, así como tempos y ritmos poco ortodoxos (de acuerdo al cánon que ha imperado desde finales del S. XIX en Occidente).